Maíz modificado genéticamente mediante técnicas de ingeniería genética, con las que le han agregado genes de organismos lejanos a él. Las dos características más comunes en los maíces transgénicos actuales son: la tolerancia a herbicidas y la resistencia a insectos.
¿Qué daño le hace al campo?
Los posibles daños al campo, que han sido comprobados, es que al introducirse transgenes a variedades nativas de maíz, éstas sufran una descompensación genética y fisiológica. Estas secuencias pueden llegar fácilmente al campo mexicano ya que el maíz es una planta que se poliniza fácilmente y por ello los maíces nativos o criollos pueden contaminarse con polen de maíz transgénico.
Además, las prácticas campesinas implican el intercambio de semillas de sus parcelas. Se considera que parte de la contaminación que ya ha ocurrido en algunos estados de México se debe a que Diconsa importa maíz de Estados Unidos que al llegar aquí se mezcla con el local. Científicos mexicanos opinan que si se llega a la siembra comercial, la contaminación con maíz transgénico nos llevaría a perder las razas y variedades de maíces nativos, desarrolladas a lo largo de miles de años de cultivo.
¿Cuáles serán las consecuencias?
- Que se desquicie el campo y los mercados de alimentos, como ha ocurrido en Argentina, por volcar todos los recursos a la siembra de una sola planta. Esto traería más hambre, aumento de precios, mayor dependencia económica, perdida de soberanía, una mayor concentración de la riqueza, y la imposibilidad de autonomía alimenticia de las comunidades campesinas e indígenas.
Las larvas del coleópetro
de las plagas más importantes en el cinturón del maíz
nortemericano. Estas larvas causan daños al maíz
alimentándose de las raíces, reduciendo la capacidad
de la planta para absorber el agua y los nutrientes del
suelo y dificultando la cosecha debido al encamado de
las plantas. Se ha estimado que unos 5,7 millones de
hectáreas de maíz en EEUU se tratan cada año para
controlar esta plaga con insecticidas organofosforados,
carbamatos, piretroides, y otros insecticidas derivados
del fenilpirazol. Desde 1992, ésta larva dañina para las
raíces del maíz ha sido también encontrada en Europa.
Con el método de aceleración de partículas, Monsanto
desarrolló la línea MON 863 YieldGard
maíz con raíces protegidas contra larvas, que se
defiende sólo de los daños causados por esta plaga.
Estas plantas contienen un gen de
thuringiensis,
específica contra coleópteros del género
Diabrotica constituyen una
® Rootworm: unBacillusque codifica la Cry3Bb1, una proteínaDiabrotica(
raíz. También contienen un gen marcador que codifica
la resistencia a kanamicina (
Beneficios del maíz MON 863 (YieldGard
®Rootworm)
El maíz MON 863 (YieldGard
tanto a los agricultores como al medio ambiente, pues
aporta:
® Rootworm) beneficia•
de las larvas de coleópteros de la raíz, compatible
con los Programas de Control Integrado de Plagas
(IPM), que ofrecen una mejora en el control de las
plagas y unas producciones más altas, con
seguridad para personas y medio ambiente;
Un medio totalmente nuevo en cuanto al control•
agricultores (unos 231 millones de dólares por
aumentos de rendimiento y un ahorro de 58
millones de dólares gracias a los ahorros de
tiempo e insecticidas estimados para EEUU);
Incremento en los beneficios económicos para losChrysomelidae), al cual pertenecen las larvas de lanptII), incluido paraQué es el maíz MON 863?
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